“El amor de Dios nos llama a ir más allá del miedo. Pedimos a Dios el valor para llevar la fe, la esperanza y el amor mientras salimos al mundo y nos convertimos en la Palabra tanto en cuerpo como en espíritu”. – Papa Francisco.
Siempre he estado orgulloso de la manera en que nuestros parroquianos han dado un paso adelante para apoyar a nuestra parroquia y nuestra diócesis mientras que salimos juntos al mundo y nos convertimos en la Palabra tanto en cuerpo como en espíritu. El Llamado Para Los Servicios Católicos (CSA por sus siglas en inglés) ayuda no solo a que nuestra parroquia comparta el amor de Cristo como una familia misionera y responda al llamado a hacer una diferencia en las vidas de no solo nuestra parroquia, sino también de mas de 120 parroquias justo aquí en el Centro de Texas.
Su donativo al CSA:
Apoya la educación de nuestros seminaristas, diáconos y líderes laicos mientras se preparan para servir en nuestra diócesis y en nuestra parroquia;
Nos ayuda a llevar nuestra fe a nuestros jóvenes que se encuentran en clases de educación religiosa y a aquellos participando en programas para Jóvenes, Jóvenes Adultos y en programas de Ministerio Universitario;
Trae esperanza y amor a muchos a lo largo de nuestros Programas de Alcance Parroquiales y de Catholic Charities of Central Texas. Más de 700,000 personas son servidas cada año a través de su fidelidad y generosidad. Usted es muy importante para los ministerios que apoya este llamado y para la gente que sirve.
Muchos de ustedes ya han hecho una donación al CSA, así que ¡GRACIAS! Al celebrar el 75to. aniversario de la diócesis , si usted no ha dado aún, por favor considere dar hoy, siguiendo el enlace abajo:
Logramos muchas cosas buenas para la gloria de Dios cuando nos unimos para ayudar a aquellos más necesitados.
Oro por que todos apoyemos al CSA y a los ministerios y programas que financia. Por favor, continúe orando por los miles de personas que son afectadas positivamente por los muy necesitados fondos del Llamado Para Los Servicios Católicos todos los días. ¡Que Dios le bendiga!