En nuestra Tradición Católica, el Sacramento del Bautismo se describe como la puerta a la vida espiritual. El Catecismo de la Iglesia Católica describe el bautismo como el pórtico a la vida en el Espíritu. Precisamente en el momento de nuestro Bautismo recibimos el Espíritu Santo y así se produce en nuestra alma una infusión de gracia sobrenatural. Recuerde, el Espíritu Santo es el dador de vida (vida espiritual) como proclamamos en el Credo de Nicea cada domingo en la Misa. Además, esta vida espiritual que nos es regalada a través del Sacramento del Bautismo nos lleva a formar parte de la familia de Dios, nuestra Santa Iglesia Católica.
Dado el privilegio divino y la necesidad del bautismo para nuestra salvación, no es de extrañar que los padres tengan la grave responsabilidad y el inmenso honor de garantizar que sus hijos sean bautizados cuando son bebés. Sin embargo, si por alguna razón usted o alguien que conoce no ha sido bautizado, lo invitamos encarecidamente a unirse a nuestro programa O.C.I.A para prepararlo para encontrar el profundo amor que Dios tiene por usted en el Sacramento del Bautismo y en nuestra Santa Iglesia Católica.