Arrodillarse es una postura increíblemente poderosa y significativa para los cristianos. De hecho, el mundo antiguo, al igual que el actual, consideraba que arrodillarse era un signo de debilidad o servidumbre que se debía de dejar hacer. De hecho, no se encuentra en ninguna otra cultura—excepto con los cristianos. Y para nosotros se ha convertido en la postura indispensable del culto, una acción contracultural que pone de manifiesto la verdadera cultura: la cultura cristiana.
Como tal, arrodillarse expresa sumisión, penitencia y, lo que es más importante, humildad. Todo ello forma parte integrante del culto. Por esta razón, la Iglesia ordena arrodillarse para la Plegaria Eucarística, y lo alaba en la mayoría de los demás momentos.
La Sagrada Escritura también reconoce el poder de arrodillarse, especialmente al postrarse ante el Señor en ambos Testamentos, pero sobre todo en el Nuevo: el postrarse ante Cristo de los que iban a ser sanados, el arrodillarse de la Iglesia primitiva en los Hechos de los Apóstoles y, sobre todo, el arrodillarse del propio Cristo, especialmente en el Huerto de Getsemaní (de hecho, el Papa Benedicto describiría a San Lucas como el "teólogo de la oración arrodillada").
Durante los siglos, todos los católicos que podian fisicamente, se arrodillaban para comulgar (razón principal del "comulgatorio" que aún se ve en las iglesias antiguas). Aunque ya no es obligatorio, en los últimos años ha habido muchos que han intentado volver a esta práctica, ¡incluso en nuestra propia Parroquia!
Por esta razón, el Padre Francisco y nuestro equipo han creído oportuno proporcionar una ayuda a aquellos que deseen arrodillarse para la Comunión. A partir del fin de semana del 14 y 15 de octubre (el fin de semana más cercano a la Fiesta de San Lucas), colocaremos reclinatorios en el pasillo central delantero para la Comunión. Esto funcionará de la siguiente manera:
Al comenzar la Comunión, los monaguillos colocarán dos reclinatorios delante del Sacerdote y del Diácono.
Los que deseen arrodillarse pueden hacerlo en el reclinatorio, recibir la Comunión, e inmediatamente después levantarse y continuar en procesión.
Los que no deseen arrodillarse pueden simplemente quedarse parados para recibir la Eucaristia.
Los monaguillos retirarán los reclinatorios una vez finalizada la Comunión.
Es importante señalar que arrodillarse para la Comunión es completamente opcional. Los reclinatorios sólo estarán disponibles en el pasillo del centro y adelante y sólo para las misas de fin de semana (debido a la falta de servidores durante la semana).
Esperamos que esto ayude a la devoción de los fieles de nuestra querida Parroquia sin obstrucción. ¡Continuemos adorando a nuestro Señor en espíritu y en verdad!